2022/06/29

Manuel ALTOLAGUIRRE

   


  Manuel Altolaguirre fue un destacado poeta editor español que nació en Málaga el 29 de junio de 1905. 
Desde joven mostró un marcado interés por el sector editorial y a los dieciocho años fundó su primera revista de poesía; conociendo y uniéndose a los artistas pertenecientes a la Generación del 27. Vivió algunos años en Londres, donde continuó trabajando en la edición; entre otras cosas, creó la revista bilingüe "1616", título que responde a la fecha de fallecimiento de dos grandes de la Literatura Universal: Miguel de Cervantes y Shakespeare. A su regreso a España, entre otras labores editoriales, dirige una colección poética llamada "El Héroe", que fue el espacio ideal para que muchos autores de su generación publicaran sus obras. Además, comenzó a colaborar en obras de teatro y a relacionarse con personas de este ambiente. Con el estallido de la Guerra Civil debe exiliarse a causa de sus ideas; cuando consigue regresar a España, se instala en Burgos, donde fallece el 26 de julio de 1959. Algunas de sus obras más destacadas son "Las islas invitadas y otros poemas", "Soledades juntas", "Nube temporal" y "El caballo griego", esta última es una novela que dejó inconclusa. En nuestra web podrás leer algunas de sus creaciones, tales como "Para alcanzar la luz" y "Mis prisiones".                                                 


       Billustu nai nintzake ta, atoz!

Argia loan zan ta nekaturik

arkitzen naiz soñeko auekin.

Kendu nazazu soñekoa!

Uste dezatela il nintzala

ba, billutsik nere loa

zaitzen duten bitartean

atsedenduko naiz gau osoan;

ba, biar goiz goizetik,

ibai itzaltsu batean

bustitzera ioango naiz,

nire soñezkozko soñekoa

betirako gordeko dute.

Atoz, eriotz, umetxo bat naiz

ta billustua izatea nai det,

argia loan zan ta nekaturik

arkitzen naiz bai, iantzi auekin.   

                                                Cerrando los ojos

Huyo del mal que me enoja
buscando el bien que me falta.
Más que las penas que tengo
me duelen las esperanzas.

Tempestades de deseos
contra los muros del alba
rompen sus olas. Me ciegan
los tumultos que levantan.

Nido en el mar. Cuna a flote.
La flor que lucha en el agua
me sostiene mar adentro

y mar afuera me lanza.
Cierro los ojos y miro
el tiempo interior que canta.

Contigo

No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?

Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
a ti y a mí nos separan.

¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?

En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.

La soledad de mi ser

Mi soledad llevo dentro,
torre de ciegas ventanas.

Cuando mis brazos extiendo
abro sus puertas de entrada
y doy camino alfombrado
al que quiera visitarla.
Pintó el recuerdo los cuadros
que decoran sus estancias.
Allí mis pasadas dichas
con mi pena de hoy contrastan.

¡Qué juntos los dos estábamos!
¿Quién el cuerpo? ¿Quién el alma?
Nuestra separación última,
¡qué muerte fue tan amarga!

Ahora dentro de mí llevo
mi alta sociedad delgada.

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