2023/01/09

ARTE PALEOCRISTIANO Y BIZANTINO

I.INTRODUCCIÓN. Contexto histórico


El emperador Teodosio había dividido, en el año 395 d.C., el Imperio Romano en dos: el Imperio Romano de Occidente con capital en Roma, y el Imperio Romano de Oriente con capital en Constantinopla. Desde este momento la parte oriental del Imperio va a seguir un desarrollo diferente. La capital Constantinopla, ciudad fundada por el emperador Constantino sobre una ciudad anterior llamada Bizancio, se convertirá en una gran urbe, en la nueva Roma de Oriente que será cabeza del Imperio Bizantino, nombre dado al Imperio Romano de Oriente tras la caída del Imperio Romano de Occidente en manos de los bárbaros, y su esplendor durará hasta su caída en manos de los turcos en el año 1453, los turcos le darán a la ciudad su nombre actual: Estambul.

En la zona Occidental del Imperio entre la caída definitiva de Roma y la plena instalación de una cultura cristiano-germánica en Europa, transcurren tres siglos dominados por un arte espiritualmente en alza pero económicamente en decadencia: el arte paleocristiano.
El arte paleocristiano nace con los orígenes del cristianismo dentro del Imperio Romano pero se manifiesta en su fase de esplendor a partir del 313, del Edicto de Milán,cuando la religión oficial del Imperio va a ser el cristianismo. Este arte se acaba con las invasiones germánicas aunque él va a transmitir todo el legado clásico en decadencia y va a influir en los artes toscos y primitivos de los invasores.

II. Arte Paleocristiano 

Características generales

Desde los orígenes del cristianismo, esta religión había segregado sus propias formas artísticas a partir de la tradición clásica grecorromana y oriental. El realismo clásico es sustituido por el expresionismo cristiano. A la perspectiva y al modelado sustituyen las figuras planas y sin fondos. La realidad espiritual a la física, la iconografía al peso estético. 

El hecho de que el cristianismo se difundiera primero por las provincias romanas de Oriente va a suponer una influencia anticlásica de un arte tradicionalmente simbólico y expresivo (Egipto, Persia, etc). Además el hecho de que esta nueva religión se difundiera antes entre las clases sociales más bajas, conlleva la necesidad de usar un lenguaje más claro y fácilmente comprensible por los fieles.  Como la liturgia cristiana exige la congregación de todos los fieles, las paredes de sus catacumbas primero y de sus basílicas después, se llenarán de imágenes y escenas elocuentes cuya narrativa no ofrezca lugar a dudas. 

Si unimos estas dos características: simbolismo y sencillez iconográfica, al retroceso cultural general, al proceso de regresión y primitivismo al que se ve condenado todo el Imperio Romano a partir del siglo III por motivos económicos y políticos, todo ello nos da como resultado lo que va a ser la tónica general del arte cristiano-occidental hasta el despertar del naturalismo gótico en el siglo XIII.

Una vez oficial la religión cristiana se crearon edificios destinados al bautismo (baptisterio), enterramiento (mausoleo) o la basílica (basiliké-casa del rey-), edificio convertido en lugar sagrado (Casa de Dios)
II. LA ARQUITECTURA Bizantina

Será una continuación de la arquitectura romana, pero introduciendo importantes novedades, de manera que llega incluso a superar a ésta. Muchas de las aportaciones del arte bizantino tendrían una gran influencia en el arte posterior, un ejemplo es la utilización de cúpulas para cubrir superficies cuadradas como en Santa Sofía, para ello utilizan las pechinas o triángulos esféricos que llevan el peso de la cúpula circular a cuatro pilares, esto no lo habían conseguido los arquitectos romanos. Las cúpulas en esta primera etapa no se levantan sobre tambor, esto hace que en el exterior no sean demasiado esbeltas
IV. EL USO DEL MOSAICO.


El mosaico se usó por primera vez en Mesopotamia por los sumerios, con Alejandro Magno al conquistar la zona pasó a los griegos, de éstos a los romanos y del arte romano al paleocristiano que es su continuador natural, y de ahí al arte bizantino que lo elevará a un protagonismo desconocido hasta entonces. Hemos de decir que el arte bizantino prefirió el mosaico a la pintura mural porque ofrecía más posibilidades de luminosidad, color y brillo, sólo cuando el Imperio entra en una decadencia irreversible (a partir del siglo XIII) se dará de una forma generalizada la pintura mural.
El arte bizantino es antinaturalista, los personajes parecen herméticos, no expresan su estado de ánimo, con ello el autor quiere simbolizar la importancia o divinidad de lo representado; no se pretende representar la belleza sino la contarnos la historia, así las representaciones del paisaje son poco realistas y no se representa la perspectiva ni el volumen en las figuras. El mosaico reviste todos los interiores: ábside, cúpula, paredes…


Además crea imágenes o figuras (iconografía) que se repetirán constantemente en toda la historia del arte: Cristo aparece barbado (es el Cristo con barba siriaco frente al Cristo imberbe); a Cristo se le representa frecuentemente como juez con un libro (pantócrator), representación que será usual en el arte románico; la Virgen aparece con el Niño sentado en sus rodillas, pero entre ambos no hay una relación humana, los dos son rígidos e inexpresivos, este tema será frecuente también en el arte medieval posterior; los santos se representan con el nimbo o corona circular y cada uno con un atributo (San Pedro las llaves, San Andrés el aspa...).
El arte tiene un fin didáctico, enseñar al fiel escenas de la Biblia o de los Evangelios, a veces intenta enseñar complicados dogmas... esto también se dará en el arte románico y gótico.
Las representaciones pretenden impresionar al que las contempla y subrayar el poder de Dios y del emperador, en cierto sentido es un arte propagandístico al servicio del poder político.

En Santa Sofía el mosaico ha desaparecido casi en su totalidad, lo arrancaron los turcos ya que el Islam no tenía como norma la representación de imágenes en las mezquitas. Sólo se han conservado cuatro ángeles en cada una de las pechinas de la cúpula central y algunos rostros de emperadores, vírgenes y cristos. Para contemplar mosaicos en Constantinopla (hoy Estambul) debemos ir a dos iglesias pequeñas: San Salvador in Chora y Santa María Panmakaristós.


Los mosaicos más famosos se han conservado fuera de Constantinopla, principalmente en Rávena, ciudad próxima a Venecia.

Santa Sofia

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