2021/10/19

Edna St. Vincent Millay

Edna St. Vincent Millay fue una poeta popular, conocida por su estilo de vida bohemio (poco convencional). También fue dramaturga y actriz. Vivió del 22 de febrero de 1892 al 19 de octubre de 1950. A veces publicó como Nancy Boyd, E. Vincent Millay o Edna St. Millay. Su poesía, de forma bastante tradicional pero de contenido aventurero, reflejaba su vida al tratar con franqueza el sexo y la independencia de las mujeres. Un misticismo de la naturaleza impregna gran parte de su obra.
Primeros años Edna St. Vincent Millay (22 de febrero de 1892 – 19 de octubre de 1950) fue una poetisa lírica y dramaturga estadounidense y la primera mujer en recibir el Premio Pulitzer por poesía. También se la conoce por su estilo de vida bohemio y sus numerosas relaciones amorosas. Usaba el pseudónimo Nancy Boyd para su trabajo en prosa. Su madre, Cora Buzzelle Millay, era enfermera y su padre, Henry Tolman Millay, profesor. Los padres de Millay se divorciaron en 1900 cuando ella tenía ocho años, al parecer debido a los hábitos de juego de su padre. Ella y sus dos hermanas menores fueron criadas por su madre en Maine, donde desarrolló un interés por la literatura y comenzó a escribir poesía. Los talentos literarios de Edna comenzaron a florecer en la Escuela Secundaria, en la medida que publicaba en revistas y periódicos de Camden. En 1912 concursó en The Lyric Year con su poema “Renascence”. A pesar de que todas las espectativas estaban a favor de su poema, Edna ocupó el cuarto lugar. El incidente se volvió escándalo y su obra acaparó más publicidad. En una lectura de poesía, una mujer adinerada llamada Caroline B. Dow escuchó a la joven poeta y quedó tan impresionada que le ofreció pagarle los estudios superiores. Así fue que Edna Millay se educó en Vassar College. Después de su graduación, en 1917, se mudó a la Ciudad de New York, donde vivió una vida bohemia compartiendo con los pintores, escritores y poetas en pleno desarrollo, y con los ya establecidos y de moda. Ganó el Pulitzer con su libro “The Harp-Weaver, and Other Poems”. Edna fue una mujer de grandes pasiones. Amó a hombres y mujeres con la misma intensidad, y se sabe que su matrimonio con Eugene Jan Boissevain en 1923 fue una relación abierta y de entendimientos mutuos. El era un hombre de 43 años que la apoyó en su trabajo creativo y consintió en sus, para la época, extravagancias. La pareja vivió en la finca Steepletop en Austerlitz, New York, donde recibían amigos por temporadas. Edna le sobrevivió cuando él murió de cáncer en los pulmones, falleciendo ella un año después.

NUNCA HA DE ARRANCARSE LA FRUTA
Nunca, nunca jamás ha de arrancarse la fruta de las ramas
y amontonarla en toneles.
El que quiera comer del amor ha de comerlo en el sitio.
Aunque las ramas se doblen como juncos,
aunque la fruta madura manche la hierba o se arrugue en el árbol,
el que quiera comer del amor debe llevarse con él
solamente lo que le quepa en la panza,
nada en el delantal,
nada en los bolsillos.
Nunca, nunca jamás ha de cogerse la fruta de la rama
y almacenarla en toneles.
El invierno del amor es una bodega de arcones vacíos
en un huerto que mulle el deterioro


   

                                    El amor no lo es todo
                                           El amor no lo es todo: no es comida ni bebida
                             Ni sueño ni un techo sobre tu cabeza contra la lluvia;
Ni una tabla que flota para los hombres que se hunden
Y se alzan y se hunden y se alzan y vuelven a hundirse;
El amor no puede llenar de aire el pulmón herido
Ni limpiar la sangre ni soldar el hueso partido;
Aun así, en este instante en que te hablo
Muchos hombres se acercan a la muerte sólo por falta de amor.
Podría ser que en un momento difícil,
Atrapada en el dolor y suplicando ser liberada
O llevada por la necesidad más allá del poder de mi voluntad,
Vendiese yo tu amor por un poco de paz,
O cambiara la memoria de esta noche por comida.
Podría ser. Pero no creo que lo hiciera. 
EROSTAK 
Entzun, umeok: 
 Aita hil da. 
 Haren beroki zaharrez 
 Egingo dizkizuet jakatxoak; 
 Egingo dizkizuet prakatxoak 
 Haren galtza zaharrez. 
 Egongo dira sakeletan 
 Gorde ohi zituen zenbait gauza, 
 Giltzak eta xentimoak Tabakoz estaliak; 
 Danentzat xentimoak Itsulapikoan sar ditzan; 
 Annerentzat giltzak 
 Egin dezan hots polit bat. 
 Bizitzak jarraitu behar du 
 Eta hildakoak ahaztu; 
 Bizitzak jarraitu behar du, 
 Gizon onak hil arren; 
 Anne, gosaria jan; 
 Dan, hartu botika; 
 Bizitzak jarraitu behar du; 
 Ahaztu zait zergatik.
Lamento

Escuchen, niños:
vuestro padre ha muerto.
De sus sacos raídos
les haré chaqueticas;
les haré pantaloncitos
de sus viejos pantalones.
Habrá en sus bolsillos
cosas que solía poner allí,
llaves y centavos
cubiertos de tabaco;
Dan tendrá los centavos
para ahorrar en su alcancía;
Anne tendrá las llaves
para hacer un bello sonido.
La vida debe continuar,
y la muerte ser olvidada;
la vida debe continuar,
aunque los hombres buenos mueran;
Anne, come tu desayuno;
Dan, toma tu medicina;
la vida debe continuar;
aunque olvidé por qué.

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