2021/11/16

YANNIS RITSOS

Poeta, ensayista y político griego nacido en Monemvasiá en 1909,forma parte de la Generación del '30 junto a Yorgos Seferis y Odyseas Elytis. Los grandes traumas sufridos en la niñez debido a la muerte temprana de su madre y de su hermano mayor, a la enfermedad mental de su padre, y a la ruina económica de su familia, marcaron para siempre la obra del poeta. Recuperado de una tuberculosis que lo mantuvo hospitalizado de 1927 a 1931, se afilió al Partido Comunista griego, iniciando su carrera poética a partir de 1934 cuando publicó "Tractor", "Pirámides", y "Epitafio" en 1936, obra que significó un profundo cambio de la poesía griega. Ha sido reconocido junto a Kavafys, Palamas, Seferis y Elytis, como uno de los grandes poetas de su país. De su producción, que incluye más de cien volúmenes de poemas, ensayos y obras de teatro, sobresalen muy especialmente "Grecitat" y "Sonata del claro de luna", con la que obtuvo el Premio Nacional de poesía. En 1971 obtuvo el premio Lenin de la Paz y en 1975 fue propuesto para el Premio Nobel. Por su lucha política fue detenido varias veces durante la Segunda Guerra Mundial, y en 1967 enviado a prisión en Yiaros y Leros por la dictadura Papadopoulos. Falleció en Grecia en el año de 1990

   La desesperación de Penélope

No es que no lo haya reconocido a la luz del hogar; no eran
los harapos del mendigo, el disfraz, -no; signos claros:
la cicatriz en la rodilla, la fortaleza, la astucia en el ojo. Asustada,
apoyando su espalda en el muro, buscaba una excusa,
la demora de un poco más de tiempo para no responder,
para no traicionarse. ¿Entonces era por este por quien había perdido veinte años,
veinte años de espera y de sueños, por este miserable
manchado de sangre con la barba canosa? Se derrumbó silenciosa en una silla,
miró despacio a los pretendientes muertos en el suelo, como si fueran
sus mismos deseos los que veía muertos, y le dijo: «Bienvenido»,
oyendo ajena, lejana, su propia voz. En el rincón, su telar
llenaba el techo de sombras en forma de verja, y todos los pájaros que había bordado
con hilos rojos, brillantes en verdes arboledas, de pronto,
aquella noche del regreso se volvieron de color negro y ceniciento,
volando muy bajo sobre el cielo de su última resignación.

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