2021/11/24

MARCOS ANA

Poeta español, Marcos Ana, de nombre real Fernando Macarro Casillo, nació en una humilde familia campesina, afiliándose muy joven a las Juventudes Socialistas, y después al Partido Comunista. A los quince años, se alistó en el ejército republicano y con diecisiete, pasó a formar parte de la octava división. El mismo día de la finalización de la guerra civil, fue detenido en Alicante, cuando trataba de huir de España, e internado en el campo de concentración de Albatera. Logró huir, pero inmediatamente fue detenido en Madrid. Condenado en dos ocasiones a la pena de muerte, estuvo en varios campos y prisiones, comenzando a escribir poemas en el penal de Burgos cuando tenía treinta y tres años. Liberado en 1961, debido a las presiones internacionales, tras veintitrés años de prisión, marchó a París, donde el PCE le encomendó un servicio de apoyo a presos políticos. Viajó por Europa y Sudamérica, regresando a España en 1976 tras la amnistía, ejerciendo desde entonces varios cargos en el PCE. De entre su obra poética cabría destacar títulos como Poemas desde la cárcel (1960) o Las soledades del muro (1977). Marcos Ana falleció en Madrid el 24 de noviembre de 2016 a la edad de 96 años.



MI CASA Y MI CORAZON

Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
La luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.

LA VIDA

¿La vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río,
cuando se cubre de pájaros.

Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.

Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una sepultura
y la canción de mis losas?

Veintidós años… ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma…

Escribo a tientas: el mar, el campo…
Digo bosque y he perdido
la geometría de un árbol.

Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.

(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario).

No hay comentarios:

Publicar un comentario