2022/01/17

MIGUEL TORGA

 


Nació el 12 de agosto de 1907 en San Martinho de Anta, provincia portuguesa deTrás-os-Montes.

Tras graduarse en medicina, se integró desde sus comienzos en el movimiento presencista que surgió en torno a la revista Presença, pero se desvinculó para dirigir la revista Sinal y, más tarde, Manifesto.

Toma el seudónimo de Torga por ser una planta bravía, espontánea y humilde del hábitat de Portugal.

Su primer libro fue el poemario Ansiedade (1928).

Logró reconocimiento con O Outro Livro de Job (1936) y, sobre todo con Alguns Poemas Ibéricos (1952) y Orfeu Rebelde (1958).

En 1937 escribió A Criação do Mundo - Os Dois Primeiros Dias, con el que inicia un ciclo de carácter autobiográfico.

En 1941, publicó Diário, fusión de poesía y prosa. Además de las obras mencionadas, merecen citarse Bichos (1940), O Quinto Dia da Criação do Mundo (1974), Fogo Preso (1976) y Poemas ibéricos (1984; traducción española de Pilar Vázquez Cuesta, 1984).

Miguel Torga falleció el 17 de enero de 1995 en S. Martinho da AntaConcelho de Sabrosa.


MADRE

Madre:

¿Qué desgracia sucedió en la vida

que quedaste fría e insensible?

¿Por qué todo tu perfil se endureció

en una línea severamente trazada?

 

Como las estatuas, que son gente nuestra

Cansada de palabras y ternura,

Así tú me pareces en tu lecho.

Presencia cincelada en dura piedra

Que no tiene corazón dentro del pecho.

 

A gritos voy llamándote – no me respondes.

Te beso las manos y el rostro – siento frío.

O eres otra, o me engañas, o te escondes

Detrás del terror de este vacío.

 

Madre:

Al menos abre los ojos, ¡di que sí!

Di que todavía me ves y me quieres.

¡Que eres la eterna mujer entre las mujeres

Y que ni la muerte te apartó de mí!


A LA BELLEZA

No tienes cuerpo, patria, ni familia,
Ni al yugo te sometes de tiranos
No tienes precio entre los humanos,
Ni el tiempo te corroe.
Eres la esencia de los años,

Lo que fue y lo que viene.
Eres la carne de los dioses,
La risa de las piedras,
Y el candor del instinto.
Eres el alimento
De quien, harto de pan, anda hambriento.

Eres sal de la vida en todas partes,
O en el arte,
O en la sencilla verdad.
Eres el clavel bermejo,
O la moza en espejo,
Que tras verte se persuade.

Eres un verso perfecto
Que en sí lleva el vigor de lo que dice.
Eres el genio
Que tiene, antes de maestro, el aprendiz.

¡Eres belleza, en fin. Eres tu nombre!
Un milagro, una luz, una armonía,
Una línea sin trazo…
¡Mas sin cuerpo, sin patria y sin familia,
Todo reposa en paz en tu regazo!


PROSPECCIÓN

 

No son pepitas de oro lo que busco.

¡Oro dentro de mí, tierra estéril!

Busco solamente aquella

Riqueza universal

Del hombre que revuelve la soledad:

El tesoro sagrado

De ninguna certeza,

Soterrado

Por mil certezas de aluvión.

Cavo,

Lavo,

Cribo, pero sólo quiero la fortuna

De encontrarme.

Poeta antes de los versos

Y sed antes de la fuente.

Puro como un desierto.

Íntegramente desnudo y descubierto.

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