El arte romano, como su nombre lo indica, tiene origen en Roma y nace a partir de su independencia respecto al poder etrusco, cuando Roma comienza a consolidarse poco a poco como un imperio y el arte comienza a formar una parte esencial en la vida de sus habitantes.
Debido a la expansión de Roma, el arte romano se ve influenciado por las culturas itálicas primitivas, por el arte etrusco y por el arte griego, incorporando elementos culturales de cada pueblo conquistado sus características y conformando así lo que hoy en día conocemos como arte romano.
Además, al expandirse de esa manera, Roma se convierte en un Imperio con un gran poder político y económico, por lo que las familias imperiales comienzan a interesarse por el arte, generando así que los artistas y las obras de arte romano sean muy solicitadas y populares.
Debido a esto, las temáticas que maneja el arte romano se ven fuertemente influenciadas por la política y se centran principalmente en glorificar a personajes históricos influyentes o representar batallas.
Características del arte romano
Ahora que conoces el origen del arte romano y comprendes mejor el periodo histórico durante el que tuvo lugar, conozcamos cuáles son las principales características del arte romano:
- El arte romano expresa la idea de Roma como centro: el poder de la cultura y el Estado romano son protagonistas.
- El arte romano tuvo una gran influencia griega y etrusca a partir de la conquista de los romanos a otros territorios mediterráneos.
- Los artistas que trabajaban en el arte romano eran, en su mayoría, griegos que copiaban esculturas de ese origen.
- El arte romano, fue más variado y moderno que el arte griego, por lo que tuvo mayor influencia en el arte del Renacimiento y la Edad Media.
- Entre las clases altas, los romanos consumían y estimulaban el consumo del arte romano.
- El arte romano en arquitectura introdujo nuevas tipologías y géneros al combinar las características del estilo griego y el etrusco.
- A diferencia del arte griego, cuyos temas solían ser en su mayoría religiosos o mitológicos, el arte romano exalta a los hombres, gobernadores y políticos.
- El arte romano narra y conmemora las batallas de los hombres a través de representaciones como arcos triunfales y columnas conmemorativas.
- El arte romano en escultura se manifestó a través de relieves en las tumbas, que representaban situaciones de la vida cotidiana y de la cultura romana.
- Las obras del arte romano se creaban siempre con el propósito de cumplir una función.
Pintura en el arte romano
El arte romano se destaca principalmente por sus obras de arquitectura y escultura, ya que la pintura en el arte romano no fue muy popular y quedan pocos registros pictóricos de este estilo artístico.
Sin embargo, dentro del arte romano en pintura las obras más famosas son aquellas que se pudieron rescatar de la ciudad de Pompeya.
Estas obras rescatadas de arte romano en Pompeya son murales y frescos preservados a partir de la erupción del volcán Vesubio que petrificó la ciudad en el 79 d.C. Las piezas tenían temáticas vinculadas a la vida cotidiana de los romanos, a la cultura y a los dioses romanos.
Dentro de la pintura en el arte romano se distinguen dos corrientes pictóricas o estilos:
- Estilo Neoático: Preocupado por la forma humana, resalta temáticas mitológicas y epopeyas.
- Estilo Helenístico-Alejandrino: Preocupado por la pintura rural, paisajes y marinas.
Si bien el arte romano en pintura data de muchos siglos atrás, su influencia se mantiene en el estilo de arte romano que da características particulares a las obras creadas después de la caída del Imperio.
Características de la pintura romana
Algunas de las características que destacan al arte romano en pintura son las siguientes:
- La técnica de pintura utilizada en el arte romano es la de manchas de color al temple, con colores planos y casi sin mezclas.
- En las pinturas de arte romano se plasman situaciones donde intervienen muchos individuos.
- La pintura en la cultura romana es muy importante ya que por medio de ella se logró conocer en gran parte cómo vivían los romanos, sus estilos y su sociedad.
- En las pinturas del arte romano se trabajaban mucho las siluetas y las figuras sin movimiento ni perspectiva.
- La temática predominante es siempre realista, paisajes, personas o escenas bélicas.
- Entre los principales representantes del arte romano en pintura se pueden destacar Pietro Cavallini, Arelio, Cornelio Pino y Cayo Fabio Pictor.
Los cuatro estilos pompeyanos
¿Recuerdas cuando mencionamos que el arte romano está inspirado en sus raíces etruscas y griegas? ¿Y que, además, las obras romanas más famosas son las que se pudieron rescatar de la ciudad de Pompeya? Pues bien, dadas las circunstancias e influencias que rodearon el arte romano, hoy en día podemos mencionar que la pintura romana se desarrolló en forma de cuatro estilos conocidos como estilos pompeyanos:
- de incrustación,
- arquitectónico,
- mixto (u ornamental) e
- ilusionista (o escenográfico).
Gracias al arduo trabajo del historiador de arte y arqueólogo alemán August Mau, quien estudió y clasificó las pinturas romanas de Pompeya, fue como surgió esta clasificación, a partir de los diversos frescos de la ciudad enterrada. Veamos, entonces, cuáles son los cuatros estilos principales de la pintura romana.
Primer estilo: incrustación
El primer estilo o "estilo de incrustación" es el más antiguo del arte romano (del siglo II a.C.). Se llama así porque a menudo se incrustaban piedras (como el mármol o la serpentina) en los muros, así como metales preciosos, en un intento por imitar un modelo arquitectónico o estilo estructural inspirado en la pintura griega.
La incrustación se caracterizaba por tener imágenes que solían extenderse de forma coherente por las distintas paredes de una sala, divididas en tres niveles verticales, de abajo a arriba: el asiento, el ortostato (bloques rectangulares de piedra ubicados en la parte inferior del muro) y la cornisa.
Según el portal ArteEspaña, la incrustación es un estilo romano muy colorista, de aspecto muy lujoso, en el que el muro suele estar dividido en tres:
- un zócalo pintado imitando granito,
- una zona media imitando mármol y
- un remate a modo de cornisa realizada en estuco.
Segundo estilo: arquitectónico
Como su nombre lo indica, este estilo del arte romano se caracteriza por imitar la arquitectura. Comenzó a principios del siglo I a. C., y se le conoce también como "estilo de perspectiva arquitectónica", ya que trata de encontrar amplitud y profundidad en sus imágenes.
Las pinturas romanas que se encontraron en este estilo hacían ver los espacios mucho más grandes. A menudo, se aprecian ventanas a través de las cuales se pueden observar representaciones que mezclan motivos arquitectónicos, personajes, animales y objetos. A menudo, aparecen también paisajes entre las columnas, lo que le da un aspecto más teatral y la sensación de “realismo”.
A esto se le conoce como el arte del trampantojo, una técnica artística con la que se busca engañar la percepción visual. Así, daban profundidad a las estancias que decoraban.
Tercer estilo: mixto u ornamental
El tercer estilo de arte romano apareció a finales del siglo I a. C. y recibe el nombre de “mixto”, “ornamental” u “ornamentado''. Aquí vas a darte cuenta cómo los artistas romanos empiezan a reemplazar la perspectiva arquitectónica para experimentar más con los motivos decorativos u ornamentales.
El estilo mixto se da en la época de Augusto y sus sucesores, época en la que los artistas romanos se caracterizaban por romper la coherencia de una sala como obra romana completa, convirtiendo cada pared en un lienzo ampliamente autónomo.
También, se introducen elementos como la representación de paisajes, figuras y escenas mitológicas. Algunos historiadores coinciden en que el estilo ornamental se dio más en la época de Roma que en Pompeya.
Cuarto estilo: ilusionista o escenográfico
A partir de mediados del siglo I d. C., las perspectivas arquitectónicas reaparecen en el arte romano, pero la escenografía se vuelve exuberante, fantástica y excesiva, lo que hace que pierda uniformidad en su estética, según los expertos.
La fantasía desbordada del arte romano en la época de nerón se ve a plenitud en este cuarto estilo o estilo escenográfico porque, en su afán de querer mantener los efectos de la perspectiva arquitectónica, los artistas romanos se enfocaron en multiplicar los ornamentos y aspectos decorativos.
El cuarto estilo también es una mezcla de estilos que ya hemos estudiado, es decir, del segundo y tercer estilo. Pero se diferencia del tercer estilo, por ejemplo, porque trae de vuelta a la escenografía en los muros. Sin embargo, en este momento se prescinde de los vínculos con la arquitectura, dando lugar a edificaciones que tienen un aspecto fantasmagórico y que sirven de escenario para personajes o divinidades que parecen interactuar con los espectadores.
El estilo escenográfico del arte romano aparece en la Domus Aúrea de Nerón y en la casa de los Vettii en Pompeya, así como en frescos llamados por Vitrubio "Megalográficos".
Como has dado cuenta, la pintura mural romana mantuvo una evolución gradual. Desde el principio, estuvo destinada principalmente a las paredes de las tumbas y los templos, ya que en aquellos tiempos no se acostumbraba a tener lujos en el hogar.
Sin embargo, con la influencia del helenismo griego que floreció entre las altas esferas de Roma, principalmente, las pinturas murales fueron integrándose a las costumbres romanas.
Los retratos de El Fayum
Estos retratos son como unas “fotos” del antiguo Egipto, toda una joya de la época, cuando Egipto era una provincia romana. Se produjeron entre los siglos I y V en todo Egipto y, pues, no podíamos evitar incluirlos como parte importante del arte romano.
En primer lugar, porque son las únicas pinturas romanas de caballete que se conservan de la antigüedad, con la gran la particularidad de mostrar la mezcla existente entre la cultura romana y egipcia.
Aunque el nombre de El Fayum se utiliza solo por cuestiones de convención, lo cierto es que estos retratos del arte romano se caracterizan por ser pinturas fúnebres pintadas al nivel del rostro de las momias egipcias. Los rostros que aparecen en ellos parecen representar a personas de clases acomodadas, ya que así lo demuestran su ropa y las joyas representadas.
La mayoría de estos retratos están pintados en encáustica, una técnica que utiliza la cera para agregar los pigmentos al cuadro. Sin embargo, también se realizaban en témpera (acuarela) sobre paneles de madera, que eran importados por la escasez de madera en Egipto.
Uno de los rasgos característicos de estos retratos egipcios del arte romano es la desproporción de los ojos en relación con el resto del rostro. Por lo demás, los artistas consiguen replicarlos al tamaño natural, pero, como podrás observar en el ejemplo siguiente, el rostro aparece ligeramente más grande en relación con el resto del cuerpo.
Sin embargo, se supone que servían para decorar a las momias en el arte fúnebre, lo que durante un tiempo puso en duda la pertinencia del término “retrato”. Pero algunos estudios de estas pinturas romanas demostraron que fueron pintadas antes de que las personas fallecieran, ya que en muchas de ellas se encontraron restos de yeso o marcas de marcos, por lo que podrían haber sido utilizadas como retratos en vida de las personas.
Escultura en el arte romano
La escultura en el arte romano, especialmente a partir de la consolidación del Imperio, trajo consigo modelos griegos pero adaptados a la concepción del mundo propia de los romanos. Una concepción mucho más concreta, realista y práctica.
La característica principal del arte romano en escultura fue la introducción de dos géneros: el retrato y el relieve narrativo.
El retrato en las esculturas de arte romano pasó de ser más rígido y austero a tener una tendencia idealizadora de los personajes. Aunque, hacia el final del Imperio, las esculturas de los romanos eran mucho más detalladas y expresivas, buscando reproducir la realidad de manera natural.
Con respecto a los relieves narrativos en las esculturas de arte romano, estos representaban glorias militares de los emperadores romanos, siendo plasmadas en altares y arcos del triunfo.
Aun en la actualidad, podemos notar la influencia del arte romano en las esculturas tridimensionales que se producen de manera digital y al pensar en esculturas, lo primero que viene a la mente de muchos son las famosas obras de escultura del arte romano.
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Características de la escultura romana
- Las esculturas del arte romano siempre tenían una utilidad. Cumplían una función narrativa, descriptiva o conmemorativa.
- La escultura romana muestra energía y movimiento para mostrar el poder de los generales y los emperadores.
- Por lo general, las esculturas del arte romano eran obras anónimas y extremadamente naturalistas.
- La temática más habitual en las esculturas romanas es el retrato, en el cual tratan de lograr la excelencia en la identificación del modelo.
Arquitectura en el arte romano
El arte romano en arquitectura es la disciplina en la que mejor se manifestó el poder del Estado. La arquitectura romana se basó en la construcción de grandes obras públicas que hasta el día de hoy pueden ser documentadas con mayor facilidad que las esculturas o las pinturas. Los romanos, de hecho, escribieron un tratado teórico de arquitectura en el siglo I a.C., que fue muy importante y significativo para la historia de la arquitectura.
Sin dudas, los anfiteatros, basílicas, termas, arcos del triunfo y circos fueron las tipologías de arquitectura romana que más se conocen. Un ejemplo muy cercano de eso es el Coliseo romano, que se muestra como un ícono del arte romano hasta nuestros días.
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Características de la arquitectura romana
La arquitectura romana se caracteriza por:
- Uso de arcos, bóvedas y cúpulas, debido a la influencia de los etruscos.
- Uso de columna y dintel, proveniente de los griegos.
- Uso de hormigón (pleno y en ladrillos).
- Diseño de arte romano con pinturas y frescos al interior de los edificios.
- Planificación del espacio urbano.
- Los principales tipos de edificaciones del arte romano en la arquitectura son los siguientes: las termas, los anfiteatros, los circos, los foros, los arcos del triunfo, las basílicas, los templos, los acueductos y las carreteras.
Como habrás notado, el arte romano en todas sus expresiones, tanto en pintura, escultura como arquitectura, marcó una época de grandes triunfos para los romanos y comunicó al mundo entero la grandeza y el poderío de su imperio a través de sus majestuosas obras.
Ahora que sabes qué es el arte romano y sabes identificar las características de las principales obras del arte romano en pintura, escultura y arquitectura, seguramente puedes apreciar y comprender mejor la cultura romana. Ahora es tu turno de seguir explorando las múltiples formas que hay para hacer arte.
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